Este texto aparece originalmente en el blog SMTocuila el 31 de mayo de 2020 y es reproducido en Texcoco en el Tiempo con autorización expresa de su autor. Las ideas expresadas son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente las de Texcoco en el Tiempo. Texcoco en el Tiempo abre este espacio a los investigadores independientes que no necesariamente tienen formación académica especializada en el tema (historiador, arqueólogo, antropólogo, etc.) con los objetivos de generar debate, reconocer labores que se mantienen en la marginalidad académica, pero complementan su quehacer , y tender puentes entre diferentes formas de estudiar el pasado.
Autor: Francisco Miguel de los Ángeles (Tocuila Recopilando la Historia)
En la búsqueda de información sobre el origen del vocablo Tocuila con la finalidad de ahondar en el significado del nombre de mi comunidad, es interesante saber que existen distintas acepciones, sin embargo, para el caso del significado propio del lugar, recordemos que está relacionado con sus características propias, ya que el idioma materno, el náhuatl, es descriptivo y le da el nombre a las cosas de acuerdo a lo que se percibe de ellas, mismas que son considerados en el siguiente texto.
Tocuila proviene del idioma náhuatl y está conformado por un aglutinamiento de palabras, lo cual es una característica de este idioma que, en primer término es descriptivo, es decir, nombra a las cosas de acuerdo a sus características propias y en segundo término, si hay varias cosas que describen a un lugar, entonces toma parte de cada palabra y las agrupa formando una nueva, así tenemos que diferentes estudiosos se han encargado de definir el significado de Tocuila.
En primer término de acuerdo al análisis morfológico del vocablo náhuatl que aparece en la obra publicada Hanns Prem relacionada con el Códice Chavero, la palabra proviene de Tocuil, cargo militar y (t)lan, locativo de lugar. Según Cabrera, la palabra proviene de tetl, fuego, lumbre y ocuillin, gusano y su significado es gusano de fuego.
Robelo considera que proviene de tomahuac, cosa gorda y ocuillin, por lo que su significado sería “Donde abundan los gusanos gordos”. De igual forma, Cecilio Robelo señala en el libro Nombres Geográficos Indígenas, que “…Tocuil… es enteramente desconocido; solo se encuentra en la palabra Tocuilcoyotl, que significa “grulla”.
El Dr. Peñafiel dice que Tocuilla es sinónimo de Ocuilla; pero con el análisis lexicológico que se hace de las dos palabras no convence de la verdad de su aseveración. El mismo concluye su exposición diciendo: “No se ve claramente cuál puede ser el significado” El jeroglífico del lugar es muy complexo y no da ninguna luz del asunto; y por eso abandonamos nuestra primera idea de que Tocuilla fuera corrupción de Teocuilla, que se compone de Tetl, piedra, de ocuillin, gusano y de la que expresa abundancia; y significa “Donde abunda la planta medicinal teocuilin o gusanos de las piedras”
En este orden de ideas, algunos habitantes de la montaña en Texcoco considerados como fuente oral, señalan que el nombre de Tocuila, proviene de la abundante existencia de un ave acuática conocida como Tócuitl, que bien podría provenir de “tocuilcoyotl o grulla” como señala Cecilio Robelo, al igual que las otras definiciones como la contenida en la monografía de Texcoco y sus comunidades, señalan que Tocuila es una deformación de Tocuitlalpan, que significa “En la espalda” o Donde abundan nuestros gusanos”.
En segundo término, el nombre del pueblo de Tocuila está estrechamente relacionado con el estudio astrológico que realizaban las antiguas civilizaciones del Acolhuacan, ya que nuestros ancestros, identificaban y marcaban los puntos de referencia solsticiales mediante el registro de la mecánica celeste y los relacionaban con los rumbos o vientos del territorio que abarcaban, es así como la memoria histórica, la tradición oral y los estudiosos del tema, nos refieren que en el antiguo Señorío del Acolhuacán existían cuatro rumbos relacionados con los Tezcatlipocas, conocidos como Tlahuiztlampa, Cihuatlampa, Mictlampa y Huiztlampa, los cuales – señalados en el orden que fueron descritos – estaban ubicados en las poblaciones de Tlaixpan, Tocuila, Chiconcuac y Coatlinchan, donde cada lugar marcaba un rumbo del territorio correspondiendo a Tocuila el conocido como Cihuatlampa, el lugar de las mujeres y de los guerreros.
Adelantándonos un poco en la historia, a la llegada de la cultura Occidental, las deidades o energías tutelares de estos rumbos fueron sustituidas por el Arcángel Miguel, puesto que Tezcatlipoca era tenido por los colonizadores como el diablo, y quien mejor que San Miguel Arcángel para vencer al enemigo, por ello en la actualidad tenemos a San Miguel Tlaixpan, San Miguel Chiconcuac, San Miguel Coatlinchan y San Miguel Tocuila, sustituyendo a los Tezcatlipocas del Acolhuacan.
Aunado a lo anterior, el nombre de Tocuila aparece como referente de un lugar importante en los cantos religiosos de los antiguos mexicanos, quienes tenían composiciones rituales a manera de cantos, en los cuales destaca la presencia de un personaje llamado Tocuilechcatl o Tocuiltecatl, el líder de la tropa de jóvenes, el jefe en el Tocuillan (el templo del gusano), quien también es nombrado como Tocuilitla teuaqui, el sacerdote en el Tocuillan, que de acuerdo al códice de Mendoza es designado con la imagen de un gusano, dicho sacerdote era el representante de uno de los cuatro templos a los que eran presentados los cautivos en guerra de los que habla el “canto del guerrero de la casa del sur” (huitznahuac yault icuic).
Lo anterior coincide con lo publicado por Hanns Prem relacionado con el Códice Chavero, la palabra proviene de Tocuil, cargo militar y (t)lan, locativo de lugar, es decir que además de una ubicación astronómica, el canto de Tocuillan estaba relacionado con la guerra y el sacrificio, tal como lo muestra el Códice florentino, que señala que tal vez, el encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma no fue del todo amistoso ni pacífico, pues el citado códice señala que “…Luego ya (vienen) todos los moradores de los pueblos detrás de las montañas … van dando gritos de guerra golpeando sus labios, van haciendo gran algarabía con la boca, van cantando el canto de Tocuillan, van silbando, van agitando sus cabezas para espantar…”
Todo lo anterior me lleva a concluir que, en el caso particular de Tocuila perteneciente al antiguo señorío del Acolhuacan, hoy Texcoco, se conjugaron los factores astrológico, topónimo y religioso que le dieron el nombre al poblado, en primer lugar la ubicación de uno de los rumbos de acuerdo al estudio de la mecánica celeste o astrología que manejaban nuestros ancestros; por lo que al ser la ubicación de Tocuila un punto de referencia solsticial, le correspondió el asentamiento del adoratorio o templo dedicado uno de los cuatro Tezcatlipocas relacionado con el rumbo Cihuatlampla, donde tuvo que estar la residencia del Tocuiltecatl, el Jefe del templo del gusano, templo que, poco después de la llegada de los europeos, fue sustituido por un templo dedicado a una de las imágenes religiosas cristianas, correspondiéndole el Arcángel Miguel, al igual que en las otras tres ubicaciones fueron sustituidos en Chiconcuac, Tlaixpan y Coatlinchan, las cuatro poblaciones tienen al Arcángel Miguel en común.
De igual forma, la abundancia de gusanos que se producían en la laguna y que eran parte del sustento de los antiguos pobladores da la toponimia es decir nos describe tal como los señala el cronista de Tocuila, el señor Celso Ramirez, esto se debe a las características propias de la zona perteneciente a Tocuila, se refieren a las larvas de un insecto acuático, llamado axaxayacatl, que abundó en las orillas del lago de Texcoco y principalmente en Tocuila, donde sus habitantes se dedicaban a su recolección. Este insecto era el productor del ahuautle. Por tanto y de acuerdo a lo anterior, las definiciones que bien se pueden emplear para definir a Tocuila, puede ser “Lugar del templo del gusano” o bien “Dónde abundan los gusanos gordos de agua“.
Fuentes
* Robelo, Cecilio J., Nombres Geográficos Indígenas del Estado de México(estudio crítico etimológico), 1900, Impreso por Luis G Miranda
* Johansson Patrick, “1-acatl 1-caña (1519). Un encuentro de dos epístemes”, en Arqueología mexicana, septiembre-octubre 2019.
* Tradición oral